COMESTIBLE ROSITA, EMPRENDIMIENTO FAMILIAR EN EL NORTE

COMESTIBLE ROSITA, EMPRENDIMIENTO FAMILIAR EN EL NORTE

Don Carlos Mora, desde hace 30 años, había vendido sus productos en las calles de Corinto, al norte del Cauca, el pueblo que lo vio nacer. Ahora, Carolina, su hija, busca potencializar esta idea de negocio contribuyendo al desarrollo y emprendimiento de la región.

Desde siempre, la familia Mora fue reconocida por su toque especial en la producción de pasabocas que alegraban el paladar de cualquier corinteño que se los cruzaba en la calle o los buscaba para sus medias tardes. Todas las noches, Don Carlos y Doña Rosalba, su esposa, trabajaban arduamente en la cocción de las crispetas, los chicharrones y el maní de sal y dulce, que saldrían a vender al día siguiente, y muy temprano en las mañanas preparaban el coco y la manzana acaramelada para salir a su jornada laboral cotidiana.

Así, lograron que Carolina, su hija, pasara por Unicomfacauca, logrando su título de Tecnóloga Agroambiental en 2017. Esta tradición y pequeño emprendimiento se ha posicionado, no solo en el corazón de sus amigos, conocidos y vecinos, sino también en el mercado local, logrando el reconocimiento de otras entidades gubernamentales que ven en esta familia un verdadero patrimonio de la región.

Sin embargo, y dada la situación que se vive por la pandemia del Covid 19, este, como muchos emprendimientos en el mundo, debió reinventarse para continuar ofreciendo sus servicios. Es así como nace Comestibles Rosita.

 

 

Más allá de un homenaje a la madre y señora del hogar, también se buscó mostrar el lado emprendedor y trabajador de la mujer nortecaucana, dando la imagen a esta tradición convertida en idea de negocio que ha tenido por varias generaciones la familia Mora.

Ahora, con las cualidades profesionales de Carolina, graduada talento Unicomfacauca, el trabajo de Don Carlos y Doña Rosalba, y el apoyo de entidades como la Alcaldía de Corinto, Comestibles Rosita busca potencializar su producción, buscando nuevos mercados y sobresaliendo en la región por el peculiar sabor de sus productos.

Contando con diversa instrumentalización, modernización de sus utensilios de trabajo y el apoyo de programas del Gobierno como Mi negocio, convocatoria en la que participaron y ganaron, la familia Mora fabrica y distribuye diversos comestibles como platanitos, maduritos, chicharrón, picadas, coco acaramelado, maní salado con pasas, maní dulce, crispetas acarameladas, crispetas de sal, entre otros, buscando continuar agradando a los caucanos que los compran.

Entre sus metas está poder consolidarse en la región y buscar oportunidades en el mercado nacional, buscando expandir sucursales en otras regiones; generar empleo y contribuir a las dinámicas de desarrollo empresarial de la región; continuar trabajando de la mano de el ambiente, utilizando productos con cero conservantes y aditivos, hechos artesanalmente y trabajando con materias primas suministradas por la misma naturaleza como el maní, el maíz pira, los plátanos, la manzana, entre otras; y por sobre todas las cosas, continuar con el legado familiar que les ha generado reconocimiento y cariño.

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