En la búsqueda de preservar la cocina tradicional llegó el frito mercadereño a Unicomfacauca.
26 de agosto de 2019
Por: Keinner Rivera y Carolina Bucheli / Estudiantes de Comunicación Social y Periodismo Unicomfacauca
En la búsqueda de preservar la cocina tradicional llegó el frito mercadereño a Unicomfacauca.
El salón de Etiqueta y Protocolo de Unicomfacauca se llenó del delicioso aroma que se siente al cocinar saberes, tradición e identidad en el marco del segundo Encuentro de Territorio, Patrimonio y Cultura. Aproximadamente 40 sillas vacías en menos de 10 minutos se ocuparon para iniciar el Taller de Artesanías Culinarias a cargo de Miriam Armenta Valencia.
Vistiendo una blusa amarilla, delantal blanco y una pirata blanca que combina a la perfección con su atuendo, esta artesana culinaria nacida en Mercaderes, Cauca, recibió a los partícipes con un saludo emotivo y su característica sonrisa.
Inició con recuerdos de la cocina de leña al sur del Cauca, que para los caminos de su memoria unía a familias, amigos y uno que otro amor. Afirma que la cocina es una herramienta para educar en casa, pues va más allá que sólo la comida, es cuestión de “malicia indígena”.
En su mente atesora la riqueza que guardan los secretos de las abuelas y con sus manos, y su corazón, cocina recetas que combinan el sentido de pertenencia y rescata el valor de lo propio.
El frito mercadereño, es uno de sus platos más selectos. Una base de asadura limpiada con limón y vinagre que, al ser sofreída en manteca de cerdo, ajo y cebolla, emana un olor penetrante y a la vez exquisito para los comensales. Mientras preparaba, hacía memorias de la elaboración del arroz en caldero de barro, en ese momento menea la cebolla y la asadura mientras habla que siempre es bueno llevar del campo a la mesa.
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Cucharas de cobre y mosquerillo, que era una hoja de planta utilizada para lavar ollas, le hacen mencionar: “Lo que aprenden es para el servicio, lo demás es añadidura”. Sal, comino y un baño de achote para dar sabor, y un guarapillo a base de limón y maracuyá acompañan el plato a degustar, se despidió de la misma forma en que cordialmente saludó y con mucha gratificación, se dio cierre a este interesante taller.